miércoles, 20 de abril de 2011

                                NO  TENGO QUE PEDIRTE  PERDÓN

Primero fue el palomar derribado por orden del enemigo número uno del Parque Dolores F. Duro. Luego le llegó el turno al estanque cuyo opositor lo convirtió en rocalla con argumentos muy peregrinos. Posteriormente fue la antigua fuente de fundición ya que el citado adversario la hizo desaparecer. Le llegó el turno a las pérgolas y al entorno del quiosco de la música, continuó con la eliminación de los Cuatro Bancos y ahora ha sustituido los centenarios bancos de fundición por otros más modernos olvidando la historia.  Solo le queda eliminar el quiosco de la música y el urinario público, pero no tiene los arrestos necesarios para proponer la eliminación de  la estatua de Pedro Duro Benito como se jacta en círculos sidreros.
Puedo entender que estés cabreado. Seguro que  todavía recuerdas que alrededor de las cinco gemelas te dieron hace años cuatro hostias por ir de gallito y todavía estás traumatizado.  No tengo que pedirte perdón porque el guardia te perseguía por pisar en césped o la persona que tú querías para ti se fue con otro ¿Porqué lo pagas conmigo?
De poco ha servido la donación de terrenos realizada en su día por los Marqueses de La Felguera para que se construyese un Parque. De saber el odio que me tendrías le habríamos buscado otros usos… por ejemplo un cementerio.
Has estado muchos años, escondido, dolido pensando en lo incomprendido que fuiste. Le has hecho mucho daño al Parque Viejo como muchos se empeñan en llamarme. Lo siento querido ciudadano, soy solo un Parque para que me parezca mal, yo lo acato y punto.
Pero mira como son las cosas, tú vuelves con tus odios y rencores y otros han encontrado la fuente de fundición que en “tus tiempos de gloria” eliminaste del primitivo parque.
Soy parque desde el  27 de Setiembre del 1917 fecha en la que se firmó el documento de cesión por parte de los Marqueses, han transcurrido muchos años y  fíjate si he pasado adversidades. He visto guerras, asesinatos, robos pero también bautizos, comuniones, bodas y últimamente divorcios y guardo tantos y tantos  secretos.
No tengo que pedirte perdón por ser un Parque, esto lo conseguí gracias  a ciudadanos de La Felguera limpios de rencor y odio. Tú por el contrario recordarás siempre al que te puso en ridículo al vencerte delante de tus amigos en una pelea cerca del quiosco de la música ¿Me odias por eso?.
Te propongo un trato. Mira, cesa en tu empeño ya que por mucho que lo trates de evitar  fallecerás dentro de muy poco y dejarás en este mundo una estela muy grande de enemigos. Seguro que tus sucesores enmendarán tus errores, no por ti si no porque se darán cuenta de lo inapropiado de tus acciones.
Volverá el Palomar, los peces retornarán al Estanque, las plantas trepadoras  cubrirán las Pérgolas, la Fuente se colocará en su sitio y los Bancos de fundición se repondrán en sus lugares originales. No quiero ni deseo que se te recuerde como el “enemigo del Parque Viejo”…  además no tengo que pedirte perdón.
                         

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