Un Jardín para los ciegos

                                 EL JARDÍN DEL CIEGO

Últimamente me ha dado por desempolvar viejas reivindicaciones que no fueron atendidas (seguro que ahora tampoco) en su momento. Quiero aclarar que no pretendo en absoluto imponer nada a nadie sino simplemente trasladar desde este medio de comunicación ideas o sugerencias a nuestros políticos  con el objetivo de que Langreo pueda convertirse en una Ciudad agradable para vivir.

En estos momentos se están reformando los dos parques más importantes de Langreo el Dorado de Sama y el García Lago de La Felguera, las críticas no se han hecho esperar y en algunos casos tienen toda la razón. Pero lo que me lleva a escribir esta opinión no son los fallos o defectos de las obras (que se ven mejor que los aciertos) sino una ausencia que en su día se trasladó a los medios de comunicación que se podría ejecutar cuando se reformasen dichos parques y me estoy refiriendo al JARDÍN DEL CIEGO.

               

En ambos casos se deben de tener en cuenta las personas discapacitadas y la eliminación de las barreras que puedan impedirles el disfrute de sus parques. Yo siempre he mantenido la tesis que los sordos son nuestros sordos, los mudos nuestros mudos y los invidentes nuestros invidentes, en resumidas cuentas los discapacitados son nuestros discapacitados y estamos obligados ha hacerles agradable su vida.

Si no me han engañado creo que en su día  se trasladó esta sugerencia del JARDÍN DEL CIEGO a la ONCE, pero por lo que estoy observando a alguien se le ha “olvidado” y no precisamente a esa Institución ponerlo en práctica.

Nuestros invidentes no verán, pero oyen, sienten y huelen y ya que no pueden verlo si podrán disfrutarlo a través del oído, olfato y tacto. Creo que existe un JARDIN DEL CIEGO  en Cataluña pero en otros países (con más sensibilidad) están a la orden del día.

La fotografía que puedes observar estimado lector corresponde al Parque García Lago para unos o el Parque Nuevo para otros, el caso es que está plagado de tocones (alrededor de 20) que son las partes del tronco que queda  cuando cortan un árbol y se eliminan con las destoconadoras.

Lo sucedido en este parque no debe acaecer nunca más. Se han plantado árboles sin tener en cuenta si eran los más adecuados para la zona y no se han analizado los posibles problemas para los vecinos de la zona, como las alergias al polen etc.

Desconozco el proyecto de reforma de ambos parques por lo que no seré tan osado para criticarlo hasta que no estén finalizadas las obras, pero espero que el año 2009 sea el del JARDIN DEL CIEGO.

                                                        

                                                       Jerónimo Blanco