CRISIS
SIDERÚRGICA
Es un sector industrial afectado también por
la crisis mundial y no merece la pena entrar en polémicas absurdas sobre quién
es el culpable de todo lo que está sucediendo, ya adelanto yo que toda la culpa
es de José Luis Rguez. Zapatero, pero no lo acusemos de la muerte de Jesucristo
pues no se sostiene la acusación, lo digo por la edad.
En todos los medios de comunicación hemos
estado informados de los sacrificios que los trabajadores siderúrgicos de
Asturias han tenido que realizar para que la industria siderúrgica no se vaya a
otra parte de Europa evitando así la puntilla para nuestro Principado de
Asturias; pero a los más jóvenes les recuerdo que la siderurgia ha atravesado
por otras muchas dificultades a lo largo de los tiempos.
No me voy a referir a las sucesivas
reconversiones industriales, pues supongo que ya lo sabrán por sus abuelos,
padres y/o hermanos. Les voy a relatar una serie de hechos acaecidos mucho
tiempo atrás y después de esta lectura cada uno analizará las penurias que
nuestros antepasados tuvieron que pasar para poder lograr que la siderurgia
continuase hasta nuestros días.
Corría el año 1868 y debido a una crisis casi
calcada de la actual (con algún que otro ingrediente más) se procedía a
redactar las “Condiciones para el arriendo de la Fábrica de La Felguera y el
Sub-arriendo de la de Vega”.
La Fábrica de La Felguera se arrendaba por 6
años desde el 1 de Enero de 1868 hasta el 31 de Diciembre de 1873 y la Fábrica
de Vega (antigua Gil y Cía.) desde el 1 de Enero de 1868 hasta el 12 de Febrero
de 1872.
Todo el haber de las Fábricas como eran las
existencias de hierro pudelado y
laminado, el lingote, los minerales como el hierro, caliza, carbones, coque y
efectos en el almacén que según balance al 31 de Diciembre de 1867 se le tendrá
que entregar al arrendatario así como todo el dinero en caja así como las
letras aceptadas y los créditos de la Sociedad.
Ante este panorama ya nos podemos imaginar la
intranquilidad y preocupación de los trabajadores y sus familias sobre su
futuro y el de la Empresa Siderúrgica de La Felguera. También es cierto que el
arrendatario tendría que depositar en garantía de arriendo, dos millones de
reales a satisfacción de la Sociedad, ya sea en dinero o deuda pública de
precio corriente.
El arriendo de la Fábrica de Vega (antigua
Gil y Cía.) ha de ser pagado por el arrendatario y tendrá la obligación de
conservar los libros, documentos y correspondencia y papeles anteriores y
posteriores al arriendo, los cuales podrán ser examinados en cualquier momento
cuando lo tengan a bien las personas que los represente.
Los intereses de la deuda flotante; los de
las cuentas corrientes, las contribuciones de la Fábrica de Vega, empezarán a
correr por cuenta del arrendatario desde
el 1 de Enero del 1868, en consecuencia será por cuenta del arrendatario todos
los gastos hechos, la fabricación desde dicho día así como los productos.
El contrato o escritura de arriendo no podrá
ser rescindido bajo ningún motivo ni pretexto, salvo los casos de disminución
de los pagos de los millones de fianza o que el arrendatario descuidase la
reparación de los edificios, máquinas, aparatos y demás propiedades de la
Sociedad a medida de que lo necesitase o que deje de pagar en las épocas
convenidas y los compromisos que contraiga bajo el nombre de la Razón Social.
Pues al final, pasaron las épocas de
incertidumbre y hubo rebaja de salarios, incremento de jornada, pérdida de
algún derecho y al final la siderurgia continuó su angosto camino. UNINSA,
ENSIDESA, ACERALIA, CSI, V, ARCELOR y ARCELORMITTAL, pero gracias a todos, la
Siderurgia Asturiana continúa ¿hasta cuándo?... de ti depende.
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